MIRADAS QUE BORRAN

Relato de Marta Burgo Arregui

La mujer es la que sabe el camino que lleva al agua. Me llamo Amma, nací en Nairobi, Kenia, soy mujer inmigrante, negra y afortunada. Mi camino hasta aquí no fue duro, no salí huyendo de una guerra, tampoco de la pobreza, no huía de un hombre maltratador, ni por mi orientación sexual; …Leer artículo completo

En determinados contextos socioculturales y en la mayoría de las situaciones de conflicto, el hecho de ser mujer eleva el riesgo a la discriminación, la violencia, los abusos, la persecución e, incluso, la muerte (Kenia).

Francisco Magallón – España, 2012

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EL CAMINO

La mujer es la que sabe el camino que lleva al agua.

Me llamo Amma, nací en Nairobi, Kenia, soy mujer inmigrante, negra y  afortunada.  Mi camino hasta aquí no fue duro, no salí huyendo de una guerra, tampoco de la pobreza, no huía de un hombre maltratador, ni por mi orientación sexual; no tuve que recorrer durante años distintos países africanos, no me violaron, no perdí a mi hijo en mis brazos en una patera, no morí en el camino, o no dejé parte de mí en él. Fue más sencillo,  vine por reagrupación familiar, cogí un avión, y llegué a Madrid donde me esperaba mi madre.

 

LA LLEGADA

Quien no entiende una mirada jamás podrá entender una explicación

Mi llegada también fue fácil, tenía una casa y una familia, aprendí español, estudié… hubo cosas difíciles claro, el idioma, el choque cultural, todo mi entorno, mi medio, se había transformado, pero estaba a salvo y solo tenía que seguir caminando.  Yo no fui detenida nada más llegar, ni encerrada en un centro, no tuve que dormir en la calle, compartir habitación, ni prostituirme…Para muchas la llegada es peor que el camino, cuando creen que van a poder respirar, empieza el rechazo y las miradas.

Eso sí, a todas nos miran, las miradas son lo peor. Me miran por mi aspecto físico, por mi pelo, por mi forma de hablar, por mi “exotismo”, porque soy negra. Miradas que denotan miedo, incomprensión, ignorancia, pena, racismo. Sólo con el paso del tiempo, y con un apoyo y acogimiento “humano” vas teniendo la capacidad de responder ante esas miradas, si no esas miradas te hunden, te disminuyen, son miradas que borran. 

 

EL FUTURO 

Mi historia no es una historia de suerte, sencillamente mi madre pasó por todo lo que yo no he pasado. Ni su camino, ni su llegada, ni su futuro se parecen en nada al mío, porque su futuro, su meta, como para tantas otras, era yo, su hija… Es gracias a que otra mujeres son juzgadas, cuestionadas, acosadas, maltratadas, miradas; y a pesar de eso siguen luchando por sus metas; que otras tenemos un futuro mejor, nos sentimos integradas y parte de esta sociedad. Yo así lo siento.

Todas nosotras mujeres, negras, inmigrantes miramos al futuro  con orgullo, con la dignidad y fortaleza que nos ha dado la vida, nuestro origen, nuestras madres. Os miramos para borrar las miradas llenas de prejuicios que nos disminuyen, pero que no podrán con nosotras. No podréis borrar nuestras sonrisas, nuestra alegría, nuestro optimismo y fortaleza.

 

AMMA es un nombre ficticio, su fotografía y su historia cuenta las historias de muchas mujeres africanas, que independientemente de su origen, de su forma de llegada, de su nivel socio cultural… tienen una cosa en común, son negras.  La negritud sigue siendo una barrera invisible en nuestra sociedad.

 

Marta Burgo Arregui.