¿SABES LO QUE ES LLORAR MARES UN DÍA?

Relato de Elena Nebreda

Quiero preguntarte qué ves cuando me miras. ¿Acaso imaginas mi historia? Ni siquiera yo la conozco bien, porque he nacido en ninguna parte, vengo de ninguna parte, y, aunque ahora estoy aquí, no sé si soy de alguna parte … Leer artículo completo

Aún falta un lugar igualitario y justo donde los derechos de las mujeres, todos los derechos, estén plenamente garantizados con independencia su origen étnico…

Francisco Magallón – España , 2008

volver a foto relatos

¿Alguna vez has amanecío hecha un ovillo en el suelo, con cristales blancos y chiquitos sobre tus muslos?. Yo sí.

Toa mi farda negra cuajadita de ellos. Sal de sobra p’apañar una ensalá. La tocas y cruje. La llevas a tu lengua y escuece. Sal. La sobas entre las parmas de tus manos y se deshace. Parece como harina. Pero no. Es sal. Miras p’atrás y p’adelante. A un lao y al otro; con el canguelo comiéndote las tripas. Qué fatiga recordar que no te acuerdas de ná. ¿Quién había a tu vera?. ¡ Ná!.

¿Tú te has visto con cara de andoba revisando tu ropa, tus borsillos, tu cuerpo, como una yonki, ciega, buscando el porvo blanco ese que no sabes de dónde salió?.

 Chungo ¿eh?. Pos yo sí.

¿Has tocao tu cara y se ha deshecho en sal?.

¿Has sentío el cielo de tu boca toíto de amargura salá y el asco retorcido en tu pescuezo hinchándolo de pena? La menda, sí.

¿Has rebañao tu boca con la lengua y te ha venío un regueldo de sal hasta los dientes?.

A mi, si.

Y piensas si estarás mala, si has comío algo podrío, pasao ¿Qué es lo que es? ¿Qué comí?. Y vas atando cabos. Te se viene a la cabeza tó de momento. Y vas a levantarte y duele. La mollera, las muñecas, la esparda, los hombros. Y el dolor te recuerda que eres un cuerpo. Y te gusta, porque es de cierto y verdá de que no l’asespichao.

Pero te vienes arriba, curdela perdía, matá de miedo por lo tranquila que estás.

Y ya por fin sientes el dolor de tus ojos. Arden. Es ahí. Ahí nace tó.

¿Has buscao, loca, un espejo que te mire tu cara?. Has encontrao tus pestañas negras nevaditas de sal?. Hasta los pelos negros de mis cejas negras, caminitos de rio blanco como arena blanca hasta mi boca. Y has caminao bailando por tarantos la danza del perder tó lo que tenías. Y ya no hay casa que te guarde, ni cara que te mire, ni nombre que te nombre. Y aluego dejas caer tó lo que eras; cae tu vida por los escotes y las rodillas. Y bailas, despacito, riendo de puro arrastre. Y bailas más, pa que caiga toa esa sal. Como una mortaja.

¿Has nacío de nuevo arguna vez, nuevecita, p’aestrenar, desnua, grande, sin ley, hermosa, pura, con alas en los pies?. ¿Has vivío en lo que odias, dejando caer toas las sogas hechas pedazos?.

¿T’as abrazao a ti misma, vendimiando tu cuerpo, arruñando tu sal, tu cal viva? Yo sí.

¿Sabes lo que es llorar mares un día y regresar a la vida ? Yo sí.

Soy gitana. No sé escribir. Pero sé sentir. Como una paya. Como cualquier hombre. Como una mujer.

 

Elena Nebreda.